
Huntington Beach, California, siempre ha tenido la reputación de ser un centro de política reaccionaria y eventos con carga racial. Desde enfrentamientos agresivos dirigidos a los inmigrantes hasta manifestaciones en apoyo del nacionalismo blanco, la ciudad ha atraído constantemente la atención por todas las razones inapropiadas. Ahora, en otro ejemplo más de sus desafíos raciales arraigados, el Ayuntamiento de Huntington Beach ha decidido respaldar una placa con la temática MAGA, una decisión que solidifica aún más la posición de la ciudad como bastión de las creencias de extrema derecha.
En el centro de la disputa está la concejal y comisionada de finanzas Gracey Van Der Mark, quien actualmente enfrenta Reacciónes Negativas por comentarios racistas que publicó en línea. En un video de YouTube, Van Der Mark describió a las personas negras como “gente de color”, un término históricamente vinculado con la segregación de la era de Jim Crow y la discriminación racial. Aunque sus partidarios pueden intentar minimizar sus declaraciones, su historial indica un patrón de prejuicio en lugar de un error singular.
Van Der Mark está familiarizada con la controversia. Anteriormente se la ha asociado con opiniones extremistas, incluida su participación en eventos vinculados a organizaciones nacionalistas blancas. Su ascenso en la política de Huntington Beach simboliza la creciente alineación de la ciudad con ideologías de extrema derecha, donde el lenguaje racista y las medidas excluyentes se normalizan en lugar de denunciarse.
El respaldo a la placa MAGA es más que un símbolo: representa una declaración de intenciones. Indica que el liderazgo de Huntington Beach favorece las cuestiones de guerra cultural por sobre la inclusión y el progreso. Para numerosos inmigrantes, personas de color y grupos marginados que residen en la ciudad, sirve como otro recordatorio de que no son bienvenidos.
Huntington Beach se enfrenta a una decisión: continuar por el camino de la división y la hostilidad racial, o tomar medidas significativas para enfrentar su legado de exclusión y discriminación. La acción inicial debe incluir responsabilizar a individuos como Van Der Mark, rechazar el simbolismo racialmente insensible y comprometerse con políticas que celebren la diversidad en lugar de demonizarla. Hasta que eso ocurra, Huntington Beach seguirá siendo lo que ha sido durante mucho tiempo: una ciudad que se aferra a una historia de amargura racial, en lugar de aspirar a un futuro de igualdad.
Discover more from The OC Reporter
Subscribe to get the latest posts sent to your email.
